Mecanismos focales en el sur de España – Periodo 1965-1985


Universidad Complutense de Madrid – Facultad de Ciencias Físicas – Departamento de Geofísica y Meteorología
Directores: Dra. Elisa Buforn y Dr. Agustín Udías
Mª Pilar Coca Llanos Opción B
1995

INTRODUCCIÓN
 
      El objetivo de ese trabajo es la determinación de los mecanismos focales de los terremotos ocurridos en la región Ibero-Magrebí durante el período 1965-1985. La región Ibero-Magrebí, comprende a la Península Ibérica y el Magreb, (parte oeste del Norte de Africa) cuyos límites norte y sur son los Pirineos y la Cordillera del Atlas respectivamente, mientras que los límites oeste y este se extienden desde la costa atlántica de Portugal y Marruecos hasta Túnez.

Sobre esta área se han realizado diversos trabajos de sismicidad y sismotectónica, siendo esta, ampliamente estudiada. Dichos estudios la abarcan total o parcialmente. Entre ellos se pueden mencionar los de Munuera, 1963; Shenkareva, 1964; Udías y López Arroyo, 1972; Udías et al., 1976; Ben Sarí, 1978; Hatzfeld, 1978; Deschamps et al., 1982; Mezcua y Martínez Solares, 1983; Udías y Buforn, 1985; Moreira, 1985; Meghraoui et al., 1986; Vidal, 1986; Buforn et al., 1988; Meghraoui, 1988; Buforn et al., 1990; Mezcua y Udías, 1991; Medina y Cherkaoui, 1991, 1992.

En la Figura 1 se muestra la sismicidad de la zona central del área Ibero-Magrebí para terremotos de magnitud mayor de 3 y el período 1965-85. Los datos han sido tomados del Banco de Datos Sísmicos del Instituto Geográfico Nacional. Como puede verse en esta figura, los epicentros al oeste del Estrecho de Gibraltar se agrupan en la dirección este-oeste. Al este del Estrecho de Gibraltar los terremotos amplían su área de ocurrencia, extendiéndose al norte de Marruecos, al Mar de Alborán, sur y sureste de España.

La sismicidad de la zona viene determinada por el contacto que se produce entre las placas de Eurasia y Africa, en su parte continental más occidental, y está caracterizada por la ocurrencia continua de sismos moderados, pequeños, y por la existencia de terremotos grandes, más separados en el tiempo. Además, los terremotos pueden localizarse tanto en tierra como en el mar, y su profundidad varía, existiendo sismos superficiales, intermedios (30 < h < 150 km) e incluso algunos profundos (h= 640 km) aunque estos son más escasos. Todo esto da idea de las dificultades del problema debido a la no homogeneidad de la sismicidad de la región. En el sur de España, la actividad sísmica está limitada por la depresión del Guadalquivir, que marca el límite sur del bloque estable del Hercínico (Meseta). La zona sur de esta línea es conocida como el domino de las Béticas. Geológicamente hablando, la región está formada por la unidad de las Béticas internas y externas. El contacto entre ambas, forma una importante característica regional con dirección ENE-WSW. Existen muchos sistemas de fallas que recorren la región, los más importantes se muestran en la Figura 2. Las fracturas pueden dividirse en tres grandes sistemas (Sanz de Galdeano, 1983). El primer sistema está formado por grandes fracturas paralelas con una dirección ENE-WSW cuyo representante más importante es el conocido como el accidente Cádiz-Alicante, formado por diversas fallas desde la costa de Cádiz al Mediterráneo cerca de Alicante, y por otras fallas en la dirección E-W como la que recorre el corredor de las Alpujarras, o las paralelas a la costa entre Málaga y Almería. El segundo sistema está formado por fracturas más cortas que las del primero y con una dirección N30° a 60°W desde la costa sur a los sedimentos del Guadalquivir. La falla de Tíscar es una de las más largas de este sistema. El tercer grupo de fallas presente en el este de la región, está constituido por fracturas con tendencia N10°-30°E y su accidente más notable es el de Alhama de Murcia-Palomares-Carboneras.

Desde el punto de vista de la instrumentación sismológica, se puede describir brevemente la evolución que la instalación de estaciones sísmicas ha tenido en el área. En España, la primera estación sísmica comenzó a funcionar en 1897, en el Observatorio Naval de San Fernando en Cádiz (Galbis, 1932), con un sismómetro tipo Milne. Durante las primeras décadas del siglo XX, comenzó la instalación de estaciones sísmicas por parte del Instituto Geográfico Nacional (I.G.N.), como son las de Toledo en 1909, Almería en 1911, Alicante en 1914, cuyos sismómetros tipo Vicentini tenían las tres componentes, y la de Málaga en 1915, con un instrumento Bosch-Omori y otro tipo Vicentini también con tres componentes, este último. Además se instalaron estaciones sismológicas por parte de otras instituciones, como el Observatorio Universitario de Cartuja en 1903, con un sismómetro tipo Stiattessi, el Observatorio del Ebro en 1905, y el de Fabra en 1907, ambos con uno tipo Vicentini. Entre los años 1910-1930 se produjo la instalación de instrumentos tipo Mainka en las estaciones de San Fernando (1912), Ebro (1914), Fabra (1914), Alicante (1924), Málaga (1924) y Almería (1927,28). Los instrumentos tipo Wiechert se instalaron en las estaciones de Toledo (1922,24), Alicante (1924) y Málaga (1942). En la década de los años 50, se produjo la instalación de los sismómetros tipo Hiller-Stutgart en las estaciones sísmicas de Almería (1953), Alicante (1959) y Málaga (1959).

En 1962, se instalaron las estaciones de la World-Wide Standardized Seismograph Network (WWSSN) en Toledo y Málaga, con tres componentes y registros de período corto y largo. Posteriormente se siguió incrementando el número de instrumentos y se instalaron nuevas estaciones sísmicas, como la de Logroño (1963) con un instrumento tipo Hiller-Stutgart, la de Valverde (1975) y la de Guadarrama (1978).

A partir de 1980 el I.G.N. comienza un proyecto para mejorar la recogida y el registro de los terremotos que afectan al territorio español, con la instalación de la Red Sísmica Nacional, con las características siguientes :

– cobertura del territorio nacional con estaciones de periodo corto

– transmisión telemétrica de la información procedente de las estaciones a un centro para su posterior procesado y almacenaje.

En la actualidad, la Red Sísmica Nacional es una red de período corto de componente vertical, extendida a lo largo de España. Consta de 28 estaciones que envían sus datos telemétricos a través de las líneas telefónicas al Centro de Recogida de Datos en Madrid. En Canarias existe una subred con 6 estaciones, cuyo Centro de Recogida de Datos está situado en Santa Cruz de Tenerife. También existen otras redes locales en Granada, Cataluña, y el Estrecho de Gibraltar. Además se han mantenido las antiguas estaciones analógicas.

En Portugal, la instalación de estaciones sísmicas comenzó en la primera década de este siglo, con la estación de Coimbra en 1903, y la de Lisboa en 1910. Posteriormente se ha producido un aumento en el número de las mismas y en la actualidad las estaciones de Porto y Ponta Delgada pertenecen a la WWSSN. En Marruecos se inició la instalación de las estaciones sísmicas en 1937 con la estación de Averroes, en 1964 se instaló la estación de Ifrane y en 1966 la de Rabat. Argelia comenzó su instalación de estaciones en 1949 con la estación de Alger, y Setif en 1958. También se ha producido la incorporación de redes telemétricas digitales en estos países.

Las estaciones sismológicas empleadas en este estudio en el período 1965-1985 vienen representadas en la Figura 3, y como puede observarse están situadas por todo el área Ibero-Magrebí, aunque en la zona de Argelia, se produce un vacío en las mismas. Hay que tener en cuenta que no todas ellas estuvieron en funcionamiento a lo largo del período de 1965 a 1985. Mayor información sobre las estaciones sísmicas de la región se puede encontrar en Mezcua y Martínez Solares (1983).

Debido al escaso número de estaciones sísmicas existentes en la zona y a la mala cobertura que estas hacían de la misma, con anterioridad a los años 80, se hacía difícil determinar el mecanismo focal de los terremotos ocurridos en el área. Los sismos para los que se ha calculado el mecanismo focal individual, previos a esta época, son terremotos de magnitud superior a 6, como el de 19 de Mayo de 1951 con intensidad de grado VIII (Chacón, 1965), el sismo profundo de 29 de Marzo de 1954 de magnitud 7 (Bonelli y Carrasco, 1957), el de 15 de marzo de 1964, el terremoto del 28 de febrero de 1969, el sismo de 30 de enero de 1973 (Udías et al. 1976, Buforn et al. 1988). Además deben destacarse los trabajos de Hatzfeld (1978) y Vidal (1986).

A partir de 1985, los datos empleados en los mecanismos focales han mejorado debido al aumento en el número de estaciones sismológicas existentes, así como a su distribución geográfica, cubriéndose con ellas mayor cantidad del territorio nacional.

Este trabajo se realiza debido al escaso número de mecanismos focales existentes en la región para terremotos de pequeña magnitud (M < 5), ocurridos en el período 1965-85, ya que es la época previa al establecimiento de la nueva red sismológica. La importancia de los datos disponibles, radica en que ocurrieron en una época, de la que existen pocas soluciones de mecanismo focal para terremotos de magnitud moderada.

Por otra parte hay que tener en cuenta que el número de estaciones y su distribución geográfica influyen enormemente en la determinación del mecanismo focal de un sismo. En concreto para este área se observa que existe una mejor cobertura de las zonas española y portuguesa que de la zona magrebí.


ABSTRACT
 
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ÍNDICE
 
– Introducción 1
– Descripción del método: Soluciones individuales y conjuntas 10
– Recopilación de datos 16
– Mecanismos individuales: Resultados 21
– Mecanismos conjuntos: Resultados 31
– Comparación de los resultados con otros estudios 37
– Interpretación de las soluciones 42
– Anexo 51
– Bibliografía 56

CONCLUSIONES
 
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