Etapas de la última desglaciación a partir del estudio del registro sedimentario en el extremo norte de la península antártica

Trabajo de fin de carrera – Universidad de Barcelona – Facultad de Geología – Dpt. de Estratigrafía y Paleontología – GRC Geociències Marines
Director: Dr. Miquel Canals i Artigas
Verónica Willmott
Opción B
2001

RESUMEN
 
      El presente trabajo consiste en el estudio del recubrimiento sedimentario postglaciar que se superpone a una megaestructura en haz («bundle structure») interpretada como el depósito basal (till basal o de deformación) de una corriente de hielo que se desarrolló en la Cuenca Occidental de Bransfield durante el Último Máximo Glaciar (Canals et al., 2000), a partir de la interpretación de perfiles sísmicos de muy alta resolución TOPAS, obtenidos durante la campaña GEBRAP’96 en el extremo NW de la Península Antártica.

      La primera hipótesis de trabajo ha sido considerar que las zonas liberadas antes del hielo deberían presentar mayores espesores de recubrimiento sedimentario postgalciar, mientras que los sectores liberados tardíamente deberían presentar espesores sensiblemente inferiores. Una segunda hipótesis de trabajo ha sido considerar que mar adentro de la línea de anclaje en recesión tendría lugar la acumulación de depósitos de derrame procedentes de flujos turbulentos, mezclados con partículas segregadas de las suspensiones formadas por los materiales más finos de los detritos subglaciares. A mayor distancia de la línea de anclaje, predominaría la decantación de los finos en suspensión, mezclados con el material biogénico de origen planctónico. Las facies sísmicas resultantes de éstos procesos serían previsiblemente entre estratificados y transparentes, según el grado de segregación de los sedimentos en capas bien definidas, con contrastes de impedancia variables para las altas frecuencias empleadas por el sistema TOPAS.

      Tanto la identificación de las facies sísmicas que forman este recubrimiento sedimentario como su distribución y análisis, han permitido la realización de una cartografía de facies, un cálculo del volumen de la unidad sedimentaria postglaciar así como la diferenciación de tres etapas en el proceso de desglaciación del área de estudio.


ABSTRACT
 
No disponible

ÍNDICE
 
1. Objetivos 1

2. Rasgos específicos de la plataforma y el talud continentales antárticos 2

3. Tipos de glaciares 3

4. Formación y dinámica de las corrientes de hielo 6
5. Control climático de la sedimentación en el margen continental antártico 10
6. Area de estudio: marco geológico y glaciológico 15
7. Métodos de estudio 18
8. Resultados del estudio 20
8.1. El recubrimiento sedimentario superficial de la Subcuenca Occidental de Bransfield 21
8.2. Facies sismicas 26
8.2.1. Facies opaca hiperbólica 26
8.2.2. Facies estratificadas 27
8.2.3. Masas transparentes 29
8.2.4. Reflectores indefinidos en zonas fuertemente inclinadas 30

9. Discusión 34

10. Conclusiones 38

11. Lista de figuras 40

12. Bibliografía 42


CONCLUSIONES
 
      La existencia de corrientes de hielo en el extremo septentrional de la Península Antártica es sin duda importante tanto desde el punto de vista glaciológico como sedimentológico, porque implica tanto una vía de drenaje de hielo (y por lo tanto de descarga de icebergs y de agua de fusión) como de sedimentos. Visto desde otra perspectiva, el registro sedimentario puede proporcionarnos información sobre la respuesta del manto de hielo frente a las oscilaciones climáticas, cuando se hace patente la necesidad de ajustarse repetidamente y con rapidez a un nuevo ambiente, asociado a drásticas variaciones de las condiciones de anclaje del hielo.

      La morfología de la megaestructura en haz ubicada en la Cuenca Occidental de Bransfield está determinada por los procesos de erosión y sedimentación subglaciares provocados por el paso de una corriente de hielo durante el Último Máximo Glaciar. La presencia de esta megaestructura implica que en este lugar se han producido unas condiciones basales apropiadas para la formación de una corriente de hielo, como es la presencia de un nivel de till basal de deformación empapado en agua, condición necesaria para que se produzca un flujo rápido del hielo. Estas características pudieron haberse dado en zonas adyacentes al área de estudio, por lo que no se descarta el futuro descubrimiento de megaestructuras similares.

      La representación tridimensional del techo de la estructura combinado con los datos de espesor del recubrimiento postglacial, nos han permitido visualizar y cuantificar el volumen mínimo de sedimentos dominantemente hemipelágicos que forma dicho recubrimiento, estimado en 67,47 km3. Las tasas de sedimentación son coherentes con los espesores observados, sobre todo si se tiene en cuenta que a principios de la transición éstas debieron ser mucho más elevadas, debido a la alta productividad ligada al inicio de periodos más cálidos, y también debido a la gran descarga de aguas de fusión basales, que permiten la liberación de los sedimentos atrapados en el hielo.

      La distribución de espesores del recubrimiento sedimentario nos ha permitido conocer la respuesta de la corriente de hielo de la Cuenca Occidental de Bransfield al ascenso del nivel del mar y a la mejora climática que sucedieron al UMG. Se han diferenciado así tres episodios dentro de la retirada del hielo, los cuales ilustran hasta que punto el descarrilamiento definitivo del hielo está determinado por la profundidad del margen, la alimentación de hielo y el ascenso del nivel del mar. Por su parte, la distribución de las facies sísmicas responde bien a la ocurrencia y sucesión de distintos procesos sedimentarios, tanto en el espacio como en el tiempo. Digamos, por último, que las dos hipótesis de trabajo (cf. Aptdo. 5) planteados se han revelado correctos, y además útiles para desentrañar la historia glaciológica reciente de la Península Antártica.