Reconocimiento en Geofísica Dr. Alfonso López Arroyo

El Patronato de la Fundación J. García-Siñeriz acordó rendir homenaje al Dr. Alfonso López Arroyo por su dedicación al mundo de la Geofísica. Coincidiendo con el acto de entrega de premios de la XI convocatoria se le impuso la insignia de la Fundación, pronunciando el homenajeado unas palabras de agradecimiento.

 

 

Discurso de agradecimiento

Dignísimas autoridades,

Había reunido algunas ideas con el objeto de agradecer la concesión de esta medalla de la Fundación J. García-Siñeriz. Pero mi memoria, que nunca fue buena, empeora con la edad, y es, por supuesto, mucho peor que en los tiempos en que conocí al Ing. García Siñeriz, siendo él Director del Instituto Nacional de Geofísica y yo becario del mismo. Conservo sólo recuerdos borrosos de alguna sesiones, siendo ya Ayudante de investigación, durante 5 años seguidos de otros 15 como Colaborador honorario. Éste fue el inicio de mi afición a la Geofísica, con especial dedicación a la Sismología, que me llevó a estudiar un Master of Science en Geofísica en la Universidad de St. Louis (EE.UU.); y a trabajar, en dos períodos de 3 meses con el profesor Markus Bath en el Instituto Geofísico de Uppsala (Suecia), y un año en el Seismic Research Laboratory de Boulder, USA, , como Investigador de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU.

A esta etapa siguieron años de trabajo y asistencia a múltiples reuniones científicas en los cinco continentes, programadas por las distintas asociaciones relacionadas con la Geofísica. A muchas de ellas asistí acompañado por Gonzalo Payo (Director, a lo largo de muchos años, del Observatorio Geofísico de Toledo) y Julio Mezcua (primero discípulo y más tarde jefe mío como Subdirector del Instituto Geográfico); lo que dio lugar a que nos llamaran, frecuentemente, los tres mosqueteros españoles que, para mayor semejanza con aquellos personajes, fuimos luego cuatro, gracias a la incorporación de Agustín Udías. Aquellos viajes y estancias en países extraños dieron lugar, naturalmente, a colaboración y amistades. De ellas conservo un buen recuerdo que en algunos momentos me es útil para sobrellevar penas y años. De nuevo, perdón por estos recuerdos irrelevantes.

Muchas gracias.